Unidad del Sueño
Tanto para la salud mental como para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo, es necesario que respetemos nuestros Ritmos Circadianos, manteniendo así la regularidad en los horarios de forma constante.
El Reloj Biológico, controla el Tiempo Interno, pero también son fundamentales el Tiempo Ambiental y el Tiempo Social ya que para mantener una buena estructura del Ritmo Circadiano debemos conseguir la sincronización de estos tres tiempos.
La falta de regularidad y sincronización de los diferentes ritmos biológicos puede llevar a lo que conocemos como cronodisrupción, y está demostrado que están claramente relacionados con alteraciones psiquiátricas, alteraciones del rendimiento cognitivo, pero también con el desarrollo de otras enfermedades somáticas, en particular el riesgo cardiovascular y alteraciones del Sistema Inmune.
Tratamientos:
- Trastorno de la tercera fase del sueño.
- Narcolepsia: somnolencia diurna, ataques irresistibles de sueño, pérdida brusca del tono muscular, alucinaciones y parálisis del sueño.
- Hipersomnias: dificultad para mantenerse despierto durante el día.
- Insomnio: lo padece casi un tercio de la población. El sueño se aprecia como insuficiente, no satisfactorio o poco reparador.
- Síndrome de piernas inquietas: sensación desagradable en las piernas que aparece por la noche en la cama e incluso por la tarde durante el reposo y que provoca una necesidad imperiosa de mover las piernas.
- Movimientos periódicos de las extremidades: movimientos de flexión del pie, que aparecen durante la noche con una cierta periodicidad y que producen despertares.
- Bruxismo: castañeteo de dientes. Contracciones rítmicas del músculo masetero, con un ruido clásico de rechinar de dientes. Relacionados con el estado emocional del paciente. Producen alteraciones dentarias y dolor mandibular al despertar.
- Sonambulismo: deambulación; frecuente en los niños.
- Somniloquios: emisión de palabras o sonidos durante el sueño.
- Pesadillas: sueños angustiosos.
- Terrores nocturnos: frecuente en los niños, ocurre en las primeras horas de la noche, con manifestaciones vegetativas intensas (sudoración, taquicardia, respiración agitada). Se asocia con frecuencia al sonambulismo.